Me gustaría compartir los primeros momentos que la vida y la pintura, y no se en que orden, nos pusieron en la misma línea … sin conocer a Javi, ya admiraba su trabajo, por el maravilloso grafiti que daba luz y esperanza a la pared de una sencilla parroquia en un humilde barrio y como ese pulso, ha ido evolucionando en cada obra.
Tengo la gran suerte, de levantarme con una atardecer sobre mi cabecero, una increíble cielo azul y estar bajo la mirada de un niño que en la oscuridad no apaga su mirada, dando luz a lo que está por llegar.
Admiro a Javi en lo vital , por su absoluta determinación en dedicarse en alma a su pasión a sus lienzos y paredes y, a Javier, por su obra, infinita inspiración de los que nos seduce en cada pincelada.
Es un verdadero regalo haber estado invitado en su historia de juventud. Gracias Javier Bernal por su regalo vital a través de tu trazo y color que crean luces y también saben mostrar las sobras.
Antonio Moyano – Gerente Converse